Cuatro sitios históricos de Dolega
Relato documental sobre Dolega (Chiriquí), sus Doraces y cuatro espacios patrimoniales: iglesia, plaza, el chorro y el árbol de algarrobo de los indígenas Doraces.
Introducción
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| Plaza de Dolega |
En este artículo mostraremos cuatro sitios históricos de Dolega que probablemente no conocías. Para ello utilizaremos la obra de la escritora Beatriz Miranda de Cabal, Dolega, el lugar del colibrí; la tesis de la licenciada Dalis Villarreal, Historia de la Parroquia de Dolega; y además podrán encontrar fragmentos de una entrevista con el señor Ernesto Cubilla, un gran conocedor de la historia local.
Dolega es uno de los 14 distritos de la provincia de Chiriquí. Cuenta con tres ríos importantes: el Majagua, el Cochea y el David. No existe un acuerdo sobre su fecha de fundación. Rubén Darío Carles indica 1635; Alberto Osorio, 1671; y Ernesto Castillero, 1795. Lo que sí es seguro es que parte de sus primeros habitantes fueron los Doraces, aunque también se cree que entre los años 500 y 800 a.C. pudieron habitar la zona los Térrabas y Buricas.
Según Dalis Villarreal, los antiguos Doraces eran muy parecidos a los indígenas guaymíes: cabello liso y oscuro, tronco musculoso, brazos y piernas cortas. Vivían en caseríos llamados palenques, gobernados por una mujer. Su lenguaje tenía cerca de mil vocablos. Tenían prohibido comer animales como las lagartijas, la iguana y ciertas culebras. Vestían con pieles y corteza de árboles, usaban adornos de oro y conchas, y se tatuaban para indicar que una persona era casada. Eran monógamos (aunque no siempre) y creían en la hechicería. Su jefe superior era el Balú y su Dios era conocido como Balsa.
1. La Iglesia de Dolega #
Apenas entras, puedes observar al fondo un antiguo altar. Destacan dos figuras: la luna en cuarto creciente con rostro de mujer blanca y el sol rojo con rostro indígena. Según Beatriz Miranda, son representaciones del Dios Balsa. Ella también menciona una imagen llamada Jesús de las Maravillas, aunque no se confirma si es la misma que se conserva hoy.
No encontré personas que pudieran mostrar todas las reliquias del templo, pero un señor me indicó dónde podía ver las antiguas campanas, fechadas en 1770 y 1772. Una de ellas tiene una historia fascinante: la primera campana perteneció a La Concepción, en Bugaba. En 1778, La Concepción fue arrasada por las tribus chalas y caisanes, quienes robaron campanas y reliquias.
Un sobreviviente llegó a tierras doleñas para avisar lo ocurrido. Los Doraces, junto con un señor llamado Ño Miguel Miranda, persiguieron a los atacantes. Trepados en los árboles, observaron cómo los caciques vestían la ropa del sacerdote y bebían chicha en el cáliz, mientras bailaban alrededor de la campana robada. Esperaron a que se durmieran para atacarlos y los derrotaron. Así recuperaron la campana y los objetos sagrados.
Cuando regresaron, vieron La Concepción en ruinas. De allí surgió el nombre Pueblo Viejo. La población no fue reconstruida en el mismo sitio, sino en un lugar cercano, en lo que hoy conocemos como Bugaba, que significa “lugar de la lanza”.
2. La Plaza de Dolega #
La plaza, declarada Monumento Histórico por el Consejo Municipal, fue hace unos 400 años el lugar donde los Doraces se reunían para venerar a su “hermana luna”. En 1821 se celebró aquí una misa por la independencia de España. También se han realizado corridas de toros, danzas como la de los diablicos y, más recientemente, carnavales.
A veces surge la pregunta de qué pensaría un Doraz de hace 400 años si viera cómo hoy se usa y, en algunas ocasiones, se profana un sitio que fue sagrado para su pueblo.
3. El Chorro de Dolega #
Los Doraces establecían sus palenques cerca de fuentes de agua. El sitio principal era conocido por los españoles como El Chorro. Durante años se creyó que quedaba lejos, pero está a solo tres minutos de la vía principal. Hoy está frente a un pequeño conjunto de cañazas, al pie de un árbol de terciopelo (Sloanea terniflora).
Es un lugar modesto hoy, pero con enorme valor etnohistórico. La esperanza es que en el futuro se pueda acondicionar y potenciar como un sitio de interés cultural.
4. El Árbol de los Doraces #
Se trata de un viejo algarrobo detrás de la escuela Leopoldina Field. Algunos lugareños aseguran que tiene alrededor de 400 años y que bajo su sombra se reunían los Doraces. La comunidad ha defendido este árbol frente a intentos de daños, y hoy hay un pequeño jardín que lo protege.
En el pasado se registraron hallazgos (guacas) en la zona. Se dice que muchas piezas terminaron en manos de particulares en lugar de instituciones, por lo que existe interés en que Dolega cuente con un museo que permita preservar y mostrar este patrimonio.
Voz de un conocedor: Ernesto Cubilla #
Entrevistamos a Ernesto Cubilla González, oriundo de Dolega, quien ha dedicado su vida al rescate de la historia local. Ernesto recuerda a figuras como María Olimpia Díaz y Beatriz Miranda de Cabal, y comparte vivencias sobre el algarrobo, las guacas, los palenques y las excavaciones realizadas con el profesor Máximo Miranda en el área de El Cacao.
Ernesto formó parte del comité que logró liberar la plaza del concreto tras ocho años de lucha, devolviéndole su carácter ecológico. Propone la creación de un museo en Dolega para que las piezas arqueológicas sean preservadas y expuestas.
Ernesto plantea además la hipótesis de que los Doraces pudieron ser remanentes del Imperio Maya, trayendo relatos orales que describen desplazamientos por Potrerillos, Boquete, Caldera y Alanje antes de asentarse en Dolega.
Concluye que, para atraer turismo, Dolega debe mostrar su historia, su verde y su arqueología, evitando la sobrecarga de cemento, y así convertirse en un atractivo cultural de la provincia.
En este video se encuentra toda la información contenida en este artículo:
Referencias y notas #
- Beatriz Miranda de Cabal, Dolega, el lugar del colibrí (obra citada en el texto).
- Dalis Villarreal, Historia de la Parroquia de Dolega (tesis).
- Entrevista con Ernesto Cubilla González (fragmentos incluidos en el relato).










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